sábado, 10 de marzo de 2007

Andrea Garrote

Rito de pasaje

No es fácil conjugar sensatez y sentimiento, o mejor, intensidad emotiva y capacidad reflexiva. Andrea Garrote lo logra en cada palabra, y ya este talento, presumiblemente desarrollado a lo largo de años de experiencia y trabajo, hace pensar que no debería estar en esta sección para recién llegados. Pero hay una razón: con su protagónico en Vísperas, de Daniela Goggi, Andrea acaba de debutar en cine. Como los cinéfilos tenemos el vicio de ver sólo cine, y muchos tal vez no hayan visto las obras de Rafael Spregelburd donde ella se luce (La modestia, La estupidez) o las suyas propias como La ropa o La Dama o El Tigre (en los días humillantes), o sus trabajos con Rubén Szuchmacher, HC se propuso darle esta fiestita de bienvenida. Ahora escúchenla:

“A mí me interesaba hacer un trabajo específico con el cine, porque dirijo actores y escribo teatro, y conocía los problemas que suelen tener los actores en ese pasaje. El teatro, por su carácter de artesanía irreproducible, construye verosímiles mucho más móviles que el lenguaje audiovisual. La televisión tiene una convención sobre el naturalismo que se mueve cada décadas. Por eso cuando un actor que viene con el chip de la tele hace una película, el cine, que es más noble, lo devela inmediatamente. Y los actores de teatro ponen una cantidad de energía en el presente que el cine no necesita, además de esa cosa trillada de la excesiva expresividad, etcétera. Yo sabía que era necesario trabajar sobre un naturalismo no televisivo, pero a la vez me parecía un peligro esa especia de neutralidad que se suele elogiar: es buen actor de cine porque no actúa. Quería que Mónica fuera un personaje complejo, porque detesto las víctimas embellecidas”.

Y parece que este primer intento le gustó, porque este año veremos más fragmentos de Andrea aquí y allá. Primero en Canal 7 en un telefilm dirigido por Spregelburd; después en Nadar perrito, un experimento teatral con cámara (que estará en manos de Daniela Goggi) en el Goethe Institut. Tal vez, si tenemos suerte, en un proyecto televisivo de su autoría todavía estrictamente confidencial. Y fantasea, como siempre, pero ahora más que nunca, con su propia película.

Haciendo Cine | Marzo 2007